Lucía Velasco

Lucía Velasco es economista y está especializada en temas de tecnología, innovación social, futuro del trabajo y género. Le interesa mucho qué va a pasar con el trabajo en un futuro digitalizado, la ética de la tecnología y que se puede hacer desde la administración pública para que la transición sea justa. Asesora a la Comisión Europea en esta materia. Antes de eso, ha dirigido el área de estudios, innovación social y participación de una ONG madrileña dedicada a jóvenes en riesgo de exclusión social o trabajado en consultoría internacional.

El futuro del trabajo y la socialdemocracia

Los luditas fueron conocidos por romper telares durante las primeras décadas de 1800. Eran los robots de la época. Años más tarde, el grupo liderado por el general Ludd dejó paso al del capitán Swing. Los seguidores de Swing, hambrientos y desamparados, también quisieron destruir aquello que les robaba el sustento: las trilladoras mecánicas. Ambos movimientos partieron del miedo a la tecnología. Ambos se equivocaron queriendo proteger los trabajos en lugar de a los trabajadores. En este contexto nació el socialismo para defender los derechos de unos obreros desprotegidos por la revolución industrial.

El socialismo fue el producto de un descontento ubicado físicamente en la fábrica y personificado en una clase social, la de los obreros. Hoy, el sufrimiento ha vuelto a nuestra sociedad porque las fábricas o están en Asia o se están llenado de robots. Nos preguntamos si el precariado, el pobretariado, las cuidadoras, los migrantes o aquellos cuyo trabajo corre un alto riesgo de automatización podrían ser sus equivalentes. Todos tienen en común un futuro de menos trabajo o, a lo peor, uno de mala calidad.

La tecnología, la globalización o el cambio demográfico afectan de pleno en el mercado laboral y también son sinónimo de nuevas oportunidades. Por futuro del trabajo entendemos los cambios que se generan a raíz de la digitalización masiva en el entorno profesional. Aun sin saber sus efectos exactos, el sistema ha de estar preparado para la transformación que supone la robótica y la inteligencia artificial. La revolución no espera y en España existen más puestos de trabajo con alto riesgo de automatización que la media de la OCDE.

Se ha demostrado que la transformación digital está polarizando el mercado laboral. La clase media se extingue y sin ella no habrá movilidad social. De cada seis empleos de media cualificación, uno está en alto riesgo de automatización. La polarización no es positiva. Hace que algunas personas se queden atrás. Esto sucede especialmente en los grupos de baja cualificación que han visto reducido su estatus y poder adquisitivo en los últimos años.

Extracto del artículo "El futuro del trabajo y la socialdemocracia" de Lucía Velasco para eldiario.es